Teníamos muchas ganas de compartir este evento con vosotros y enseñaros cómo quedó la decoración floral de la boda de Rocío y Carlos. Fue una boda muy especial y gracias a esta maravillosa familia nos sentimos cómo en casa.
Queríamos aprovechar para agradecer a Isabel, la madre de Rocío, que es clienta de la floristería desde hace mucho tiempo, la confianza prestada en nosotras.
Y a Rocío y Carlos, por el trato recibido y por las facilidades que nos dieron, lo que hizo que trabajáramos muy a gusto ya que nos sentimos cómo de la familia.
La boda se celebró en el Timón de Roche, un sitio precioso con una espectaculares vistas al mar, lo que hizo que nuestro trabajo luciera todavía más.
En el camino de entrada al restaurante, cubrimos las cuerdas que lo delimitan con Eucalipto, leucodendro y solidago amarillo, que también utilizamos para cubrir la baranda de la escalera que bajaba al jardín.
Realizamos varios tipos de centros de distintos tamaños, unos compuestos por botellitas pequeñas adornadas con craspedia, solidago, flor de cera y astromelia, y otros más grandes, con recipiente pecera con hortensias y flor de cera.
Con estas mismas flores elaboramos ramilletes para las sillas y dos arreglos pequeños, para el cartel de bienvenida y para el atril.
También elaboramos una alfombra de flores, en este caso usamos margaritas, para el camino del altar.
Aprovechando la estructura de la puerta que daba la playa, elaboramos un arco con hortensias, eucalipto y solidago que, aunque está feo que nosotras lo digamos, quedó ideal como fondo de la ceremonia acompañado por el mar.
Rocío quería un ramo pequeñito y romántico, y elegimos para ella rositas ramificadas y verdes africanos. El ramo le quedaba ideal con el precioso vestido que llevaba. Para el prendido del novio usamos las mismas rositas ramificadas.